El Huemul, especie emblemática de Magallanes

En Chile aún tenemos la suerte de contar con tres ciervos nativos (Familia Cervidae), cada uno de ellos destacando en territorios distintos de nuestro país. La taruca (Hippocamelus antisensis) en el norte de Chile, el pudú (Pudu puda) en el sur, y el huemul (Hippocamelus bisulcus) en la zona austral. Si bien, en las regiones de Ñuble, Biobío, Aysén y Magallanes se pueden encontrar poblaciones de huemul y pudú, es en las regiones más australes de Chile donde viven las poblaciones más abundantes y mejor conservadas de huemul.

Huemul - (Hippocamelus bisulcus)

Huemul -(Hippocamelus bisulcus)

Decimos que tenemos "suerte" de tener estas especies porque todas ellas están en peligro de extinción. El huemul está considerado en peligro por el Reglamento para la clasificación de las especies (RCE) y por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); la taruca está considerada en peligro por el RCE y vulnerable por la UICN; y el pudú está clasificado como vulnerable por el RCE y casi amenazado por la UICN.

Los dos ciervos que se encuentran en el sur, el huemul y el pudú, se consideran especies endémicas tanto de Chile como de Argentina, lo que significa que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. En el caso del huemul, se ha reconocido binacionalmente que no quedan más de 1.500 individuos, una cifra alarmante si se tiene en cuenta que especies como el panda gigante de China, una especie más conocida y por tanto más valorada en el mundo de la conservación, tienen poblaciones restantes más grandes que el huemul.

Escudo_Chile_1875.jpg

Si bien la elegancia y bondad del huemul hizo que esta especie emblemática se posicionara junto al majestuoso cóndor en el escudo de Chile desde 1834, inicialmente - y como se representa en la imagen- fue confundido y representado más como un caballo que como un ciervo.

Siendo llamado de forma errada como Equus bisulcus y siendo reconocido de esta forma en los retratos y escritos de Claudio Gay y otros historiadores naturalistas. Lo que llevó a que pasara desapercibido su aspecto robusto, de patas cortas, sus ojos dulces y su pelaje abundante.

En Magallanes, importantes poblaciones de huemules han encontrado refugio dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNASPE) de Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF) como el Parque Nacional Bernardo O'Higgins, el P.N. Torres del Paine, el P.N. Kawésqar y recientemente, algunos huemules fueron encontrados en los alrededores de Punta Arenas y reubicados en la Reserva Nacional Laguna Parrillar, por lo cual esperamos que también se encuentren protegidos allí. 

Pero, ¿por qué el huemul requiere refugio y protección? Hay varias razones. Desde principios del siglo XX, los hábitats del huemul se han transformado drásticamente. En Magallanes el huemul se encuentra a menudo habitando los valles periglaciares, y dada la crisis climática actual, estos ecosistemas han ido cambiando rápidamente. Esto ha provocado una reducción del hábitat que se ha visto agravada además por las presiones y actividades antrópicas.

Cuando los europeos empezaron a inmigrar a Magallanes, una vasta franja de la región se destinó a la cría de ganado. La introducción de estos animales aumentó inevitablemente la competencia por el espacio y la comida, pero también aumentó la transmisión de enfermedades a los huemules. En un extenso estudio realizado en el Parque Nacional Bernardo O'Higgins, 24 huemules observados se infectaron con una enfermedad a las patas, causada por el ganado vacuno, que alcanzó tasas de mortalidad del 40%. Además, la cría de ganado ha provocado una modificación de los hábitats, como la introducción de vegetación de uso forrajero, en áreas donde estos herbívoros nativos se alimentan de flora nativa.

Por otra parte, el crecimiento de las zonas urbanas y la construcción de obras viales han agravado aún más la fragmentación del hábitat. La construcción de caminos -que ciertamente beneficia al comercio, al turismo y proporciona un mejor acceso a las comunidades locales- sin consideraciones ambientales adecuadas, ha generado impactos en la fauna. En la región de Aysén, esto ha sido particularmente evidente en el Parque Nacional Cerro Castillo, cuya carretera ha provocado la muerte de huemules debido a colisiones con automóviles. También, la presencia de perros domésticos y asilvestrados generan presión y ataques al huemul.

El turismo mal gestionado también puede agravar los impactos negativos sobre el huemul en las áreas protegidas, especialmente cuando las malas prácticas de observación hacen que los visitantes no respeten el espacio y la distancia entre ellos y esta especie en peligro de extinción. Los visitantes de estas áreas protegidas deben tener en cuenta que la transmisión accidental de una enfermedad, conocida o desconocida, podría resultar fatal para los pocos huemules que van quedando.

 

Esta importante especie emblemática para la Zona Austral se encuentra en peligro de extinción y es deber de todxs cuidarla y protegerla, un esfuerzo complejo que podemos llevar a cabo: 

  • Valorando la conservación de los hábitats del huemul, educando y difundiendo sobre la especie;

  • Protegiendo las especies de flora nativa que proporcionan el alimento diario al huemul;

  • Prevenir, a toda costa, la transmisión de enfermedades;

  • Prevenir el acoso hacia los huemules causado por los humanos y/o los perros;

  • Evitar la destrucción del hábitat, especialmente los incendios forestales en las zonas protegidas; 

Lo más importante es que podemos conservar mejor al huemul mejorando la educación y creando conciencia sobre esta especie, sus ecosistemas y las amenazas a su supervivencia. Juntxs, podemos proteger y conservar el huemul para las futuras generaciones en Magallanes no sólo porque es un animal emblemático, sino porque es una vida que merece el mismo respeto y cuidado que todas las demás especies de este planeta.  

Con este objetivo en mente, Torres del Paine Legacy Fund ha trabajado intensamente en los últimos meses para recaudar fondos para un proyecto que generará acciones concretas para la conservación a largo plazo del huemul. En conjunto con CONAF, la industria del turismo y las comunidades locales, esperamos trabajar por la conservación de esta especie emblemática en los próximos meses. ¡Esperamos prontamente compartir nuestros avances con ustedes!

Familia de huemules en el Parque Nacional Torres del Paine

 
Es nuestra responsabilidad conservar el huemul.

Es nuestra responsabilidad conservar el huemul.

Anteriormente
Anteriormente

Por qué un pequeño operador turístico de la Patagonia se declara en emergencia climática

Siguiente
Siguiente

Legacy Fund da la bienvenida a una nueva Directora Local